sábado, 4 de abril de 2020

Alvaro de Campos - Oda triunfal



A la dolorosa luz de las grandes lámparas eléctricas de la fábrica,
Tengo fiebre y escribo.
Escribo rechinando los dientes, fiera para esta belleza,
Esta belleza totalmente desconocida por los antiguos.
¡Oh ruedas, oh engranajes, r-r-r-r-r-r eterno!
¡Fuerte espasmo retenido de los mecanismos en furia!
En furia fuera y dentro de mí,
Por todos mis nervios disecados,
¡Por todas las papilas fuera de todo lo que siento!
Tengo los labios secos, oh grandes ruidos modernos,
De oírlos demasiado cerca,
Y me arde la cabeza de quererles cantar con un exceso
De expresión de todas mis sensaciones,
¡Con un exceso contemporáneo de ustedes, oh máquinas!
En fiebre y mirando los motores como una Naturaleza tropical
-Grandes trópicos humanos de fierro y fuego y fuerza-
Canto, y canto el presente, y también el pasado y el futuro,
Porque el presente es todo el pasado y todo el futuro
Y hay Platón y Virgilio dentro de las máquinas y de las luces eléctricas
Sólo porque existieron y fueron humanos Virgilio y Platón,
Y pedazos de Alejandro Magno tal vez del siglo cincuenta,
Atómos que han de tener fiebre en el cerebro de Esquilo del siglo cien,
Andan por estas correas de transmisión y por estos émbolos y por estos volantes,
Rugiendo, rechinando, siseando, estrujando, ferreando,
Haciéndome un exceso de caricias al cuerpo en una sola caricia al alma.
¡Ah, poder expresarme todo como se expresa un motor!
¡Ser completo como una máquina!
¡Poder ir por la vida triunfante como un automóvil último modelo!
¡Poder al menos penetrarme físicamente de todo esto,
Rasgarme todo, abrirme completamente, volverme poroso
A todos los perfumes de aceites y calores y carbones
De esta flora estupenda, negra, artificial e insaciable!
¡Fraternidad con todas las dinámicas!
¡Promiscua furia de ser parte-agente
Del rodar férreo y cosmopolita
De los trenes poderosos,
De la faena transportadora-de-cargas de los navíos,
Del giro lúbrico y lento de las grúas,
Del tumulto disciplinado de las fábricas,
Y del cuasi-silencio siseante y monótono de las correas de transmisión!
¡Horas europeas, productoras, apretadas
Entre mecanismos y maniobras útiles!
¡Grandes ciudades detenidas en los cafés,
En los cafés-oasis de inutilidades ruidosas
Donde se cristalizan y se precipitan
Los rumores y los gestos de lo Útil
Y las ruedas, y las ruedas-dentadas y las chumaceras del Progreso!
¡Nueva Minerva sin alma de los muelles y de los andenes!
¡Nuevos entusiasmos de la estatura del Momento!
Quillas de placas de hierro sonriendo recargadas en los diques,
O en seco, erguidas, en los planos inclinados de los puertos!
¡Actividad internacional, transatlántica, Canadian-Pacific!
¡Luces y febriles pérdidas de tiempo en los bares, en los hoteles,
En los Longchamps y en los Derbies y en los Ascots,
Y Piccadillies y Avenues de l’Opéra que entran
Dentro de mi alma!
¡Hé-lá las calles, hé-lá las plazas, hé-la-hó la foule!
¡Todo lo que pasa, todo lo que se detiene frente a los exhibidores!
¡Comerciantes; vagos; escrocs exageradamente bien vestidos;
Miembros evidentes de clubes aristocráticos;
Escuálidas figuras dudosas; jefes de familia vagamente felices
Y paternales hasta en la cadena de oro que les cruza el chaleco
De bolsillo a bolsillo!
¡Todo lo que pasa, todo lo que pasa y nunca pasa!
¡Presencia demasiado acentuada de las cocottes;
Banalidad interesante (y quién sabe lo que hay por dentro)
De las burguesillas, madre e hija generalmente,
Que andan en la calle con cualquier fin;
La gracia femenil y falsa de los pederastas que pasan lentos;
Y toda la gente simplemente elegante que pasea y se muestra
Y que al final tiene un alma allá adentro!
(Ah, como desearía ser el souteneur de todo esto!
¡La maravillosa belleza de las corrupciones políticas,
Deliciosos escándalos financieros y diplomáticos,
Agresiones políticas en las calles,
Y de vez en cuando el cometa de un regicidio
Que ilumina de Prodigio y Fanfarria los cielos
Usuales y Lúcidos de la Civilización cotidiana!
¡Noticias desmentidas de los periódicos,
Artículos políticos insinceramente sinceros,
Noticias passez à-la-caisse, grandes crímenes-
A dos columnas, pase a la segunda página!
¡El olor fresco a tinta de imprenta!
¡Los carteles puestos hace poco, mojados!
¡Vients-de-paraitre amarillos como una cinta blanca!
¡Cómo los amo a todos, a todos, a todos,
Cómo los amo de todas las maneras,
Con los ojos y con los oídos y con el olfato
Y con el tacto (¡Lo que representa palparlos para mí!)
¡Y con la inteligencia que hacen vibrar como una antena!
¡Ah, tienen celos de ustedes todos mis sentidos!
¡Abonos, trilladoras de vapor, progresos de la agricultura!
¡Química agrícola, y el comercio casi una ciencia!
Oh muestrario de los agentes viajeros,
De los agentes viajeros, caballeros andantes de la Industria,
Extensiones humanas de las fábricas y de las tranquilas oficinas!
¡Oh prendas en los exhibidores! ¡Oh maniquíes! ¡Oh últimos figurines!
¡Oh artículos inútiles que toda la gente quiere comprar!
¡Hola grandes almacenes departamentales!
¡Hola anuncios eléctricos que vienen y están y desaparecen!
¡Hola todo aquello con lo que hoy se construye y es diferente de ayer!
¡Eh, cemento armado, concreto, nuevos procesos!
¡Progreso de los armamentos gloriosamente mortíferos!
¡Escudos, cañones, ametralladoras, submarinos, aeroplanos!
Los amo a todos, a todo, como una fiera.
¡Los amo carnívoramente,
Pervertidamente y enroscando la vista
En ustedes, oh cosas grandes, banales, útiles, inútiles,
Oh cosas modernas,
Oh mis contemporáneas, forma actual y próxima
Del sistema inmediato del universo!
¡Nueva revelación metálica y dinámica de Dios!
Oh fábricas, oh laboratorios, oh music-halls, oh Luna Parks,
Oh acorazados, oh puentes, oh diques flotantes-
En mi mente turbulenta e incandescente
Los poseo como a una mujer bella,
Completamente los poseo como a una mujer bella que no se ama,
Que se encuentra casualmente y resulta interesantísima.
¡Eh-la-ho fachadas de las grandes tiendas!
¡Eh-la-ho elevadores de los grandes edificios!
¡Eh-la-ho cambios ministeriales!
¡Parlamento, políticas, relatores de presupuestos,
Presupuestos, falsificados!
(Un presupuesto es tan natural como un árbol
y un parlamento tan bello como una mariposa.)
Eh-la el interés por todo en la vida,
Porque todo es la vida, desde los brillantes en los exhibidores
Hasta la noche, puente misterioso entre los astros
Y el mar antiguo y solemne, lavando las costas
Y siendo misericordiosamente el mismo
Que era cuando Platón era realmente Platón
En su presencia real y en su carne con el alma dentro,
Y hablaba con Aristóteles, que no había de ser su discípulo.
Podría morir triturado por un motor
Con el sentimiento de deliciosa entrega de una mujer poseída.
¡Tírenme dentro de los hornos!
¡Métanme debajo de los trenes!
¡Golpeénme a bordo de los barcos!
¡Masoquismo a través de maquinismos!
¡Sadismo de no se qué moderno y yo y barullo!
Up-la ho jockey que ganaste el Derby,
¡Morder entre los dientes tu cap de dos colores!
(¡Ser tan alto que no pudiera entrar por ninguna puerta!
¡Ah, mirar es en mí, una perversión sexual!)
¡Eh-la, eh-la, eh-la catedrales!
¡Dejen partirme la cabeza en sus esquinas,
Y ser levantado de la calle lleno de sangre
Sin que nadie sepa quién soy!
¡Oh tramways, funiculares, metropolitanos,
Úntense en mí hasta el espasmo!
¡Hilla, hilla, hilla-ho!
Búrlense de mí en plena cara,
¡Oh automóviles repletos de crápulas y putas,
Oh multitudes cotidianas ni alegres ni tristes de las calles,
Río multicolor anónimo donde me puedo bañar como quería!
¡Ah, que vidas complejas, que cosas allá por las casas de todo esto!
¡Ah saberle la vida a todos, las dificultades de dinero,
Las discusiones domésticas, los libertinajes que no se sospechan,
Los pensamientos que cada uno tiene a solas en su cuarto
Y los gestos que hace cuando nadie lo puede ver!
¡No saber todo esto es ignorarlo todo, oh rabia,
Oh rabia que como una fiebre y un celo y un hambre
Me enjuta el rostro y me agita las manos
En crispaciones absurdas en mitad de las turbas
Por las calles llenas de encontronazos!
¡Ah, y la gente ordinaria y sucia que parece siempre la misma
Que emplea palabrotas como si fueran palabras comunes,
Cuyos hijos roban a las puertas de las mercerías
Y cuyas hijas a los ocho años -y hallo esto bello y lo amo-
Masturban hombres de aspecto decente en los vanos de las escaleras!
¡La gentuza que anda por los andamios y que va a su casa
por callejones casi irreales de estrechez y podredumbre.
Maravillosa gente humana que vive como los perros,
Que está por debajo de todos los sistemas morales,
Para quién ninguna religión fue hecha,
Ningún arte creado,
Ninguna política destinada para ellos!
¡Cómo los amo a todos porque son así,
Ni inmorales de tan bajos que son, ni buenos ni malos,
Inalcanzables por todos los progresos,
Fauna maravillosa del fondo del mar de la vida!
(En la noria del huerto de mi casa
El burro da vueltas y vueltas,
Y el misterio del mundo es del tamanño de esto.
Limpia el sudor con el brazo, trabajador descontento.
La luz del sol sofoca el silencio de las esferas
Y todos habremos de morir,
Oh pinares sombríos del crepúsculo
Pinares donde mi infancia era otra cosa
De lo que ahora soy…)
¡Pero otra vez la rabia mecánica constante!
Otra vez la obsesión movilizada de los omnibuses.
Y otra vez la furia de estar al mismo tiempo dentro de todos los trenes
De todas partes del mundo,
De estar diciendo adiós a bordo de todos los navíos,
Que a estas horas levan anclas o se alejan de los diques.
¡Oh hierro, oh acero, oh aluminio, oh placas de hierro ondulado!
¡Oh muelles, oh puertos, oh trenes, oh, gruas, oh remolcadores!
¡Eh-lá grandes descarrilamientos de trenes!
¡Eh-lá derrumbes de galerías de minas!
¡Eh-lá naufragios deliciosos de los grandes transatlánticos!
¡Eh-lá-oh revolución, aquí, allá, acullá,
Alteraciones de constituciones, guerras, tratados, invasiones,
Ruido, injusticias, violencias, y tal vez pronto el fin,
La gran invasión de los bárbaros amarillos por Europa,
Y otro sol en el nuevo Horizonte!
¿Qué importa todo esto, pero qué importa todo esto
Al fúlgido y rojo ruido contemporáneo,
Al ruido cruel y delicioso de la civilización de hoy?
Todo esto acalla todo, salvo el Momento,
El Momento de tronco desnudo y caliente como un horno
El Momento estridentemente ruidoso y mecánico,
El Momento dinámico pasaje de todas las bacantes
Del hierro y del bronce y de la borrachera de los metales.
¡Eia trenes, eia puentes, eia hoteles a la hora de la cena,
Eia aparejos de todas las especies, férreos, brutos, mínimos,
Instrumentos de precisión, aparejos de triturar, de cavar,
Ingenios, brocas, máquinas rotativas!
¡Eia! ¡Eia! ¡Eia!
¡Eia electricidad, nervios enfermos de la Materia!
¡Eia telegrafía-sin-hilos, simpatía metálica del Inconciente!
¡Eia toneles, eia canales, Panamá, Kiel, Suez!
¡Eia todo el pasado dentro del presente!
¡Eia todo el futuro ya dentro de nosotros! ¡Eia!
¡Eia! ¡Eia! ¡Eia!
¡Frutos de fierro y herramienta de árbol -fábrica cosmopolita!
No sé qué existo hacia adentro. Giro, rodeo, me ingenio.
Me enganchan en todos los trenes
Me izan en todos los muelles.
Giro dentro de todas las hélices de todos los navíos.
¡Eia! ¡Eia-ho eia!
¡Eia! ¡Soy el calor mecánico y la electricidad!
¡Eia! ¡Y los rails y las casas de máquinas y Europa!
¡Eia y hurra por mí y todo, máquinas a trabajar, eia!
¡Trepar con todo por encima de todo! ¡Hup-la!
¡Hup-la, hup-la, hup-la-ho, hup-la!
¡He-la! ¡He-ho h-o-o-o-o-o!
¡Z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z!
¡Ah, no ser yo toda la gente en todas partes!

Álvaro de Campos
Londres, 1914, junio

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