A la dolorosa luz de las grandes
lámparas eléctricas de la fábrica,
Tengo
fiebre y escribo.
Escribo
rechinando los dientes, fiera para esta belleza,
Esta
belleza totalmente desconocida por los antiguos.
¡Oh ruedas,
oh engranajes, r-r-r-r-r-r eterno!
¡Fuerte
espasmo retenido de los mecanismos en furia!
En furia
fuera y dentro de mí,
Por todos
mis nervios disecados,
¡Por todas
las papilas fuera de todo lo que siento!
Tengo los
labios secos, oh grandes ruidos modernos,
De oírlos
demasiado cerca,
Y me arde
la cabeza de quererles cantar con un exceso
De
expresión de todas mis sensaciones,
¡Con un
exceso contemporáneo de ustedes, oh máquinas!
En fiebre y
mirando los motores como una Naturaleza tropical
-Grandes trópicos
humanos de fierro y fuego y fuerza-
Canto, y
canto el presente, y también el pasado y el futuro,
Porque el
presente es todo el pasado y todo el futuro
Y hay
Platón y Virgilio dentro de las máquinas y de las luces eléctricas
Sólo porque
existieron y fueron humanos Virgilio y Platón,
Y pedazos
de Alejandro Magno tal vez del siglo cincuenta,
Atómos que
han de tener fiebre en el cerebro de Esquilo del siglo cien,
Andan por
estas correas de transmisión y por estos émbolos y por estos volantes,
Rugiendo,
rechinando, siseando, estrujando, ferreando,
Haciéndome
un exceso de caricias al cuerpo en una sola caricia al alma.
¡Ah, poder
expresarme todo como se expresa un motor!
¡Ser
completo como una máquina!
¡Poder ir
por la vida triunfante como un automóvil último modelo!
¡Poder al
menos penetrarme físicamente de todo esto,
Rasgarme
todo, abrirme completamente, volverme poroso
A todos los
perfumes de aceites y calores y carbones
De esta
flora estupenda, negra, artificial e insaciable!
¡Fraternidad
con todas las dinámicas!
¡Promiscua
furia de ser parte-agente
Del rodar
férreo y cosmopolita
De los
trenes poderosos,
De la faena
transportadora-de-cargas de los navíos,
Del giro
lúbrico y lento de las grúas,
Del tumulto
disciplinado de las fábricas,
Y del
cuasi-silencio siseante y monótono de las correas de transmisión!
¡Horas
europeas, productoras, apretadas
Entre
mecanismos y maniobras útiles!
¡Grandes
ciudades detenidas en los cafés,
En los
cafés-oasis de inutilidades ruidosas
Donde se
cristalizan y se precipitan
Los rumores
y los gestos de lo Útil
Y las
ruedas, y las ruedas-dentadas y las chumaceras del Progreso!
¡Nueva
Minerva sin alma de los muelles y de los andenes!
¡Nuevos
entusiasmos de la estatura del Momento!
Quillas de
placas de hierro sonriendo recargadas en los diques,
O en seco,
erguidas, en los planos inclinados de los puertos!
¡Actividad
internacional, transatlántica, Canadian-Pacific!
¡Luces y
febriles pérdidas de tiempo en los bares, en los hoteles,
En los
Longchamps y en los Derbies y en los Ascots,
Y
Piccadillies y Avenues de l’Opéra que entran
Dentro de
mi alma!
¡Hé-lá las
calles, hé-lá las plazas, hé-la-hó la foule!
¡Todo lo
que pasa, todo lo que se detiene frente a los exhibidores!
¡Comerciantes;
vagos; escrocs exageradamente
bien vestidos;
Miembros
evidentes de clubes aristocráticos;
Escuálidas
figuras dudosas; jefes de familia vagamente felices
Y
paternales hasta en la cadena de oro que les cruza el chaleco
De bolsillo
a bolsillo!
¡Todo lo
que pasa, todo lo que pasa y nunca pasa!
¡Presencia
demasiado acentuada de las cocottes;
Banalidad
interesante (y quién sabe lo que hay por dentro)
De las
burguesillas, madre e hija generalmente,
Que andan
en la calle con cualquier fin;
La gracia
femenil y falsa de los pederastas que pasan lentos;
Y toda la
gente simplemente elegante que pasea y se muestra
Y que al
final tiene un alma allá adentro!
(Ah, como
desearía ser el souteneur de todo esto!
¡La
maravillosa belleza de las corrupciones políticas,
Deliciosos
escándalos financieros y diplomáticos,
Agresiones
políticas en las calles,
Y de vez en
cuando el cometa de un regicidio
Que ilumina
de Prodigio y Fanfarria los cielos
Usuales y
Lúcidos de la Civilización cotidiana!
¡Noticias
desmentidas de los periódicos,
Artículos
políticos insinceramente sinceros,
Noticias passez
à-la-caisse, grandes crímenes-
A dos
columnas, pase a la segunda página!
¡El olor
fresco a tinta de imprenta!
¡Los
carteles puestos hace poco, mojados!
¡Vients-de-paraitre amarillos como
una cinta blanca!
¡Cómo los
amo a todos, a todos, a todos,
Cómo los
amo de todas las maneras,
Con los
ojos y con los oídos y con el olfato
Y con el
tacto (¡Lo que representa palparlos para mí!)
¡Y con la
inteligencia que hacen vibrar como una antena!
¡Ah, tienen
celos de ustedes todos mis sentidos!
¡Abonos,
trilladoras de vapor, progresos de la agricultura!
¡Química
agrícola, y el comercio casi una ciencia!
Oh
muestrario de los agentes viajeros,
De los
agentes viajeros, caballeros andantes de la Industria,
Extensiones
humanas de las fábricas y de las tranquilas oficinas!
¡Oh prendas
en los exhibidores! ¡Oh maniquíes! ¡Oh últimos figurines!
¡Oh
artículos inútiles que toda la gente quiere comprar!
¡Hola
grandes almacenes departamentales!
¡Hola
anuncios eléctricos que vienen y están y desaparecen!
¡Hola todo
aquello con lo que hoy se construye y es diferente de ayer!
¡Eh,
cemento armado, concreto, nuevos procesos!
¡Progreso
de los armamentos gloriosamente mortíferos!
¡Escudos,
cañones, ametralladoras, submarinos, aeroplanos!
Los amo a
todos, a todo, como una fiera.
¡Los amo
carnívoramente,
Pervertidamente
y enroscando la vista
En ustedes,
oh cosas grandes, banales, útiles, inútiles,
Oh cosas
modernas,
Oh mis
contemporáneas, forma actual y próxima
Del sistema
inmediato del universo!
¡Nueva
revelación metálica y dinámica de Dios!
Oh fábricas, oh laboratorios, oh music-halls, oh Luna
Parks,
Oh
acorazados, oh puentes, oh diques flotantes-
En mi mente
turbulenta e incandescente
Los poseo
como a una mujer bella,
Completamente
los poseo como a una mujer bella que no se ama,
Que se
encuentra casualmente y resulta interesantísima.
¡Eh-la-ho
fachadas de las grandes tiendas!
¡Eh-la-ho
elevadores de los grandes edificios!
¡Eh-la-ho cambios
ministeriales!
¡Parlamento,
políticas, relatores de presupuestos,
Presupuestos,
falsificados!
(Un
presupuesto es tan natural como un árbol
y un
parlamento tan bello como una mariposa.)
Eh-la el
interés por todo en la vida,
Porque todo
es la vida, desde los brillantes en los exhibidores
Hasta la
noche, puente misterioso entre los astros
Y el mar
antiguo y solemne, lavando las costas
Y siendo
misericordiosamente el mismo
Que era
cuando Platón era realmente Platón
En su
presencia real y en su carne con el alma dentro,
Y hablaba
con Aristóteles, que no había de ser su discípulo.
Podría
morir triturado por un motor
Con el
sentimiento de deliciosa entrega de una mujer poseída.
¡Tírenme
dentro de los hornos!
¡Métanme debajo
de los trenes!
¡Golpeénme
a bordo de los barcos!
¡Masoquismo
a través de maquinismos!
¡Sadismo de
no se qué moderno y yo y barullo!
Up-la ho jockey que ganaste el
Derby,
¡Morder
entre los dientes tu cap de dos colores!
(¡Ser tan
alto que no pudiera entrar por ninguna puerta!
¡Ah, mirar
es en mí, una perversión sexual!)
¡Eh-la,
eh-la, eh-la catedrales!
¡Dejen
partirme la cabeza en sus esquinas,
Y ser
levantado de la calle lleno de sangre
Sin que
nadie sepa quién soy!
¡Oh tramways, funiculares,
metropolitanos,
Úntense en
mí hasta el espasmo!
¡Hilla,
hilla, hilla-ho!
Búrlense de
mí en plena cara,
¡Oh
automóviles repletos de crápulas y putas,
Oh
multitudes cotidianas ni alegres ni tristes de las calles,
Río
multicolor anónimo donde me puedo bañar como quería!
¡Ah, que
vidas complejas, que cosas allá por las casas de todo esto!
¡Ah saberle
la vida a todos, las dificultades de dinero,
Las
discusiones domésticas, los libertinajes que no se sospechan,
Los pensamientos
que cada uno tiene a solas en su cuarto
Y los
gestos que hace cuando nadie lo puede ver!
¡No saber
todo esto es ignorarlo todo, oh rabia,
Oh rabia
que como una fiebre y un celo y un hambre
Me enjuta
el rostro y me agita las manos
En
crispaciones absurdas en mitad de las turbas
Por las
calles llenas de encontronazos!
¡Ah, y la
gente ordinaria y sucia que parece siempre la misma
Que emplea
palabrotas como si fueran palabras comunes,
Cuyos hijos
roban a las puertas de las mercerías
Y cuyas
hijas a los ocho años -y hallo esto bello y lo amo-
Masturban
hombres de aspecto decente en los vanos de las escaleras!
¡La gentuza
que anda por los andamios y que va a su casa
por
callejones casi irreales de estrechez y podredumbre.
Maravillosa
gente humana que vive como los perros,
Que está
por debajo de todos los sistemas morales,
Para quién
ninguna religión fue hecha,
Ningún arte
creado,
Ninguna
política destinada para ellos!
¡Cómo los
amo a todos porque son así,
Ni
inmorales de tan bajos que son, ni buenos ni malos,
Inalcanzables
por todos los progresos,
Fauna
maravillosa del fondo del mar de la vida!
(En la
noria del huerto de mi casa
El burro da
vueltas y vueltas,
Y el
misterio del mundo es del tamanño de esto.
Limpia el
sudor con el brazo, trabajador descontento.
La luz del
sol sofoca el silencio de las esferas
Y todos
habremos de morir,
Oh pinares
sombríos del crepúsculo
Pinares
donde mi infancia era otra cosa
De lo que
ahora soy…)
¡Pero otra
vez la rabia mecánica constante!
Otra vez la
obsesión movilizada de los omnibuses.
Y otra vez
la furia de estar al mismo tiempo dentro de todos los trenes
De todas
partes del mundo,
De estar
diciendo adiós a bordo de todos los navíos,
Que a estas
horas levan anclas o se alejan de los diques.
¡Oh hierro,
oh acero, oh aluminio, oh placas de hierro ondulado!
¡Oh
muelles, oh puertos, oh trenes, oh, gruas, oh remolcadores!
¡Eh-lá
grandes descarrilamientos de trenes!
¡Eh-lá
derrumbes de galerías de minas!
¡Eh-lá
naufragios deliciosos de los grandes transatlánticos!
¡Eh-lá-oh
revolución, aquí, allá, acullá,
Alteraciones
de constituciones, guerras, tratados, invasiones,
Ruido,
injusticias, violencias, y tal vez pronto el fin,
La gran
invasión de los bárbaros amarillos por Europa,
Y otro sol
en el nuevo Horizonte!
¿Qué
importa todo esto, pero qué importa todo esto
Al fúlgido
y rojo ruido contemporáneo,
Al ruido
cruel y delicioso de la civilización de hoy?
Todo esto
acalla todo, salvo el Momento,
El Momento
de tronco desnudo y caliente como un horno
El Momento
estridentemente ruidoso y mecánico,
El Momento
dinámico pasaje de todas las bacantes
Del hierro
y del bronce y de la borrachera de los metales.
¡Eia
trenes, eia puentes, eia hoteles a la hora de la cena,
Eia
aparejos de todas las especies, férreos, brutos, mínimos,
Instrumentos
de precisión, aparejos de triturar, de cavar,
Ingenios,
brocas, máquinas rotativas!
¡Eia! ¡Eia!
¡Eia!
¡Eia
electricidad, nervios enfermos de la Materia!
¡Eia
telegrafía-sin-hilos, simpatía metálica del Inconciente!
¡Eia
toneles, eia canales, Panamá, Kiel, Suez!
¡Eia todo
el pasado dentro del presente!
¡Eia todo
el futuro ya dentro de nosotros! ¡Eia!
¡Eia! ¡Eia!
¡Eia!
¡Frutos de
fierro y herramienta de árbol -fábrica cosmopolita!
No sé qué
existo hacia adentro. Giro, rodeo, me ingenio.
Me
enganchan en todos los trenes
Me izan en
todos los muelles.
Giro dentro
de todas las hélices de todos los navíos.
¡Eia!
¡Eia-ho eia!
¡Eia! ¡Soy
el calor mecánico y la electricidad!
¡Eia! ¡Y los rails y las casas de
máquinas y Europa!
¡Eia y
hurra por mí y todo, máquinas a trabajar, eia!
¡Trepar con
todo por encima de todo! ¡Hup-la!
¡Hup-la,
hup-la, hup-la-ho, hup-la!
¡He-la!
¡He-ho h-o-o-o-o-o!
¡Z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z!
¡Ah, no ser
yo toda la gente en todas partes!
Álvaro
de Campos
Londres,
1914, junio
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